Motivacional

MEDITA al aire libre

Cada vez que me estreso siento que el alma me grita a todo pulmón que me relaje, que respire, que andar por la vida de afán no me deja más que cansada, agotada y de mal genio. Para ello, entendí que meditar al aire libre es la mejor solución.

No es sostenible vivir la vida así. Me acuerdo hace años cuando trabajaba sin parar que lo único que anhelaba era sentarme afuera, sin celular y sin el ruido de la gente y de la ciudad. Quería paz, cualquier sonido constante me agobiaba. Y sin darme cuenta había caído en el juego del virus del estrés.

No fue sino hasta que años después sentí que me estaba dando un ataque al corazón que terminé en la clínica conectada. Solo para darme cuenta que mi ataque al corazón era un ataque de pánico causado por mi falta de amor propio.

La vida se encarga de ofrecernos situaciones para que aprendamos sus lecciones. Si sientes que estás al borde de colapsar emocionalmente o físicamente, nada más poderoso que la naturaleza. Es ella la que nos vuelve a traer a nuestro cuerpo. Con su magia y sonidos logra inspirarnos siempre que estamos presentes para observarla.

¿Cómo meditar al aire libre?
Existen muchos tipos de meditación. Sin embargo, Ninguna es mejor que otra.

Lo cool es que practiques todas las que quieras porque cada una tiene una intención diferente. Simplemente escoge la que más se conecte con tu corazón y con la que te sientas más cómoda hoy. En este caso, como nuestra intención es sentir la naturaleza y su magia vas a buscar un lugar afuera que te inspire.

CÓMO MEDITAR EN LA NATURALEZA
No necesitas llevar nada más que a ti mismo para meditar al aire libre. Pero si eres como yo y tienes una esencia que te guste, la puedes tener a la mano. Si no tienes y quieres comprar una, te recomiendo el aceite esencial de lavanda por sus propiedades calmantes, relajantes y alivia los sentimientos de tensión.

En el silencio te encontrarás y los beneficios del silencio se reflejarán en tu día a día. No hay una meta en la meditación. Es la experiencia de la exploración, del descubrimiento y de la transformación de nuestro ser lo que disfrutamos”.

Con esencia o sin esencia, y ya estando afuera en un jardín, en la naturaleza, siéntate en un lugar cómodamente. No pienses en la postura, solo piensa que lo que buscas es comodidad. Esto, para que puedas estar quieto más tiempo y tu cuerpo esté relajado. Cierra los ojos y empieza a respirar lentamente por la nariz.

Inhala profundo por la nariz y exhala profundo por la nariz, intenta hacer que tus inhalaciones y exhalaciones sean del mismo tiempo. Si inhalas 4 segundos, intenta exhalar 4 segundos.

OTROS TIPS
Haz esto varias veces y empieza a relajar más cada parte de cuerpo con cada exhalación. Cuando sientas que estás aquietando tu cuerpo, empieza a disfrutar de los olores y a oír todos los sonidos de la naturaleza. Los pájaros, el viento, los animales, de pronto oyes carros pasar, o niños gritar, todos estos sonidos son parte de tu presente.

Escúchalos y acéptalos, esto es lo mejor de meditar al aire libre. Después de un rato abre lentamente los ojos y trata de no agarrar tu celular inmediatamente.

Observa cómo te sientes y sonríe.

Cortesía: EMEDEMUJERUSA

 

 

 

 

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