Pensamientos del Director
Los Pergaminos de Og Mandino y Disciplinas Estoicas
Por Tito Lagos-Bassett
Durante más de 4 décadas he escuchado casi continuamente los 10 pergaminos de El Vendedor Más Grande del Mundo de Og Mandino, no exageraría si dijera que al menos 1,200 veces he leído o escuchado las sabias enseñanzas de cada uno de estos diez maravillosos pergaminos.
Son una serie de instrucciones que ofrecen principios y hábitos diseñados para guiar a las personas hacia el éxito personal y profesional. Estos pergaminos enfatizan la importancia de la actitud positiva, la persistencia, el amor y la acción inmediata como pilares para una vida plena y exitosa.
Por otro lado, las enseñanzas estoicas, originadas en la antigua Grecia, se centran en la sabiduría, la virtud y el control de las emociones, promoviendo una vida en armonía con la naturaleza y aceptando lo que está fuera de nuestro control.
Al poner en práctica los pergaminos de Mandino, he logrado transformaciones muy significativas en mi vida, razón por la que los promuevo constantemente.
El primer pergamino, que insta a comenzar una nueva vida y adoptar buenos hábitos, es fundamental para el cambio. La repetición diaria de estos principios me ha ayudado a internalizarlos, convirtiéndolos en parte de mi mente inconsciente y, por ende, en acciones automáticas. Los beneficios me han sido múltiples: desde una mayor confianza y autoestima hasta mejoras tangibles en la carrera profesional y las relaciones personales.
Otros beneficios, es que me ha encausado desde muy joven a amar este tipo de lecturas, seminarios o escuelas de pensamiento. Ha sido una hermosa combinación con mi preparación de fe cristiana y la filosofía estoica que también me ha fascinado.
Comparativamente, las disciplinas estoicas también buscan un cambio interno, pero a través de la aceptación y el entendimiento de lo que está en nuestro poder cambiar y lo que no (es de sabios aceptar incondicionalmente lo inevitable). La disciplina del deseo, por ejemplo, enseña la aceptación estoica, mientras que la disciplina de la acción se enfoca en la filantropía y la mejora continua. La disciplina del asentimiento, por su parte, promueve la atención plena y el control sobre nuestros juicios y reacciones.
Estas filosofías comparten la idea de que el cambio comienza dentro de uno mismo y que los hábitos y la actitud son cruciales para el éxito. Sin embargo, difieren en su enfoque sobre lo que constituye el éxito y cómo alcanzarlo. Mientras que los pergaminos de Mandino se centran en el éxito material y personal a través de la acción y la auto-mejora, el estoicismo pone énfasis en la paz interior y la virtud como el verdadero éxito, independientemente de las circunstancias externas.
En la práctica, los pergaminos pueden complementar las enseñanzas estoicas y ambas a las enseñanzas de fe. Por ejemplo, el pergamino que habla de actuar con amor en el corazón puede alinearse con la filantropía estoica, que promueve la bondad y la ayuda a los demás. La insistencia de Mandino en la acción y la persistencia encuentra eco en la disciplina de la acción estoica, que valora la contribución activa y positiva al mundo.
En otras palabras, los pergaminos de Mandino ofrecen un conjunto de herramientas prácticas para el éxito en la vida cotidiana, mientras que el estoicismo proporciona una perspectiva más amplia sobre cómo vivir una vida virtuosa y significativa. Ambos pueden ser valiosos para aquellos que buscan mejorar sus vidas, y complementarlos, como es mi caso, con una experiencia religiosa que está dispuesta a entregarlo todo a ese ser supremo que llamo Dios,pero es importante reconocer que cada uno tiene su propio conjunto de valores y objetivos. La elección de seguir uno o ambos dependerá de las metas personales y la visión de cada individuo sobre lo que significa vivir una buena vida.
Concluyo como siempre suelo decir: por lo menos en mi caso me ha ido bien.
Un abrazo a todos.