Chocheras Del Abuelo

NACIDOS PARA TRIUNFAR

 

Triunfadores y perdedores

Cada ser humano nace como algo nuevo, como algo que no existía antes; como un ser distinto dotado de todo lo necesario para triunfar en la vida. Individualmente, cada persona puede ver, oír, tocar, gustar y pensar por sí misma. Además, cada una tiene sus propias potencialidades, sus capacidades y limitaciones. Por derecho propio, cada una puede ser una persona importante, pensante, consciente y productivamente creadora; en una palabra, posee todos los atributos necesarios para ser un triunfador. Las palabras “triunfador” y “perdedor” tienen varios significados diferentes. Cuando nos referimos a un triunfador, no queremos decir que un individuo vence a otro derrotándolo. Nuestro empleo de la palabra triunfador está restringido a aquel individuo que responde auténticamente: aquel que en su comportamiento es veraz, confiable, sincero y sensible, tanto en su condición de individuo como de miembro de una sociedad.

Triunfadores

Los triunfadores tienen diferentes potencialidades. Tener éxito no es lo más importante; sí lo es ser auténtico. La persona auténtica tiene la experiencia de su propia realidad al conocerse a sí misma, al ser ella misma y al convertirse en alguien sincero y sensible. La persona auténtica es la que realiza su propia unicidad, hasta entonces desconocida, y aprecia la unicidad de los demás. El triunfador no consagra su vida al servicio de lo que imagina que debe ser, sino, por el contrario, se esfuerza por ser él mismo.

Perdedores

Aunque el individuo nace para triunfar, no es menos cierto que nace indefenso y dependiente por completo del medio ambiente. Los triunfadores hacen con éxito la transición desde la incapacidad total a la independencia y desde ésta a la interdependencia. No ocurre lo mismo con los perdedores; en algún momento durante su vida, los perdedores empiezan a eludir la responsabilidad de sí mismos.

El triunfador se preocupa por el mundo y sus habitantes, no se aísla de la sociedad y sus problemas; se preocupa, siente compasión y se compromete en esfuerzos por el mejoramiento de la calidad de vida. Aun en la adversidad nacional o internacional, no se considera totalmente indefenso. Hace todo lo que está a su alcance para hacer de éste un mundo mejor.

«Debes amarte a ti mismo antes de amar a otra persona. Al aceptarte a ti mismo y lo que eres, tu simple presencia hace a otros felices».

Buddha.

Cortesía: Psicología Fácil

Colaboración: www.Motivacion.info

 

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