Un grupo de mexicanos protestaron esta tarde frente a la embajada de Nicaragua en México, en demanda al cese de la persecución en contra de la Iglesia Católica nicaragüense, institución que está siendo hostigada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, la pareja que usurpa la presidencia del país.

Los manifestantes asistieron a la convocatoria de las organizaciones Comisión Mexicana de Derechos Humanos,  Solidar y Misión Rescate para denunciar ante los medios mexicanos la brutal represión y persecución en contra de obispos y sacerdotes de la Iglesia Católica de Nicaragua, en nuevos ataques perpetrado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, la esotérica primera dama de Nicaragua.

Frente a la embajada de Nicaragua ubicada en el número #136 de la calle Fernando Alencastre de la alcaldía Miguel Hidalgo, en México, los manifestantes realizaron oraciones y cantos pidiendo a Dios protección para los religiosos, que ya suman cuatro detenciones en los últimos meses.

La represión de Daniel Ortega en contra de la Iglesia Católica, ha alcanzando niveles máximos de “demencia” al encarcelar a un obispo, a quien mantienen en “casa por cárcel”, después que la sancionada Policía sandinista abriera una supuesta investigación contra Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí.

Murillo cumple amenazas

El pasado cinco de agosto, Rosario Murillo Zambrana, quien usurpa la vicepresidencia de Nicaragua amenazó con cárcel a Monseñor Rolando Álvarez, quien permanece retenido dentro de la casa episcopal de la Diócesis de Matagalpa.

Desde la mañana del miércoles tres de agosto, un fuerte despliegue de agentes de la Sancionada Policía Sandinista, mantienen sitiada la curia de Matagalpa, impidiendo la salida de Monseñor Rolando Álvarez, quien ha respondido al ataque del régimen con ayuno y oración.

En su discurso de odio brindado al oficialista Canal 4, Rosario Murillo agregó que en Nicaragua “hay leyes. No se puede sembrar odio o discordia, al contrario, tenemos que trabajar en paz, con cariño, sin odio, sin maldades, sin amargura y sin veneno”, dijo en clara alusión a los llamados de Monseñor Rolando Álvarez, quien ha pedido a la feligresía orar por la paz.

“Pecados de lesa espiritualidad”

Aunque no mencionó nombres en específico, Murillo hizo referencia que las amenazas fueron dirigidas a Monseñor Rolando Álvarez, quien la mañana del cinco de agosto increpó a la Policía por el asedio y la persecución que realizan en su contra.

“Cuando se pierde el respeto a sí mismo, o el respeto a la otra persona, a la comunidad, a la familia, a símbolos que como hemos dicho son sagrados, símbolos sagrados de nuestra creencias también sagradas, cuando se pierde el respeto, están en una pérdida total de auto respeto y la persona se cosifica, se vuelve cosa y que se gana, al contrario, todo se pierde y lo que se gana es el rechazo a la persona que provoca y el rechazo creciente hacia lo que todo lo que hemos conocido a lo largo de nuestras vidas, como instituciones que merecen respeto”, sentenció la esotérica primera dama.

“Y generar descrédito a esas instituciones que merecen respeto, también es un delito, es pecado de lesa espiritualidad, así nos vemos”, amenazó Murillo en ese momento, quien al parecer, desde ese momento tipificó el delito por el cual Monseñor Rolando Álvarez podría está “encarcelado”.

“Lo que nos corresponde a los seres humanos en este plano es construir, no destruir y muchos menos destruirnos unos a otros o pretenderlo porque ese tiempo ya paso, o destruirse uno mismo en esos arranques de unas furias que solo la vanidad o la soberbia pueden explicar”, finalizó Rosario Murillo, quien ha dicho que para ella el sol es su Dios.

“Ese sol es nuestro Dios, que no alienta crímenes”, dijo Murillo en su alocución.

Cortesía: 100% Noticias.

 

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