« EDITORIAL »
Y usted amigo ¿Qué hace para resplandecer su día?
No cabe duda de que este mundo de Dios es maravilloso.
Los que creemos en un Ser Superior y Divino solemos agradecer al Creador por los bienes recibidos sin ningún esfuerzo de parte nuestra, como es la luz solar, la lluvia, el oxígeno y tantas otras cosas que existen para nuestro bien y que están a nuestra disposición.
Pero ¿qué ocurre con las otras necesidades que el mismo mundo o la sociedad misma nos obliga prácticamente a tener para siquiera sobrevivir o para tener una vida digna?
Los que rayamos canas sabemos lo difícil y a veces hasta injusta que pueden ser las circunstancias donde nos ha tocado nacer, vivir y desarrollarnos. Sin embargo, amigo lector, si usted está leyendo este editorial seguramente es de los privilegiados de nuestro universo, ya que existen o han existido billones de seres humanos que ni en sus mejores sueños han tenido o tienen los privilegios que usted y yo gozamos, ya sea por nuestro nacimiento geográfico, raza, cultura, educación, condiciones física, salud, etapa de nuestra vida, posición económica, oportunidades del sistema donde residimos, respeto a nuestros derechos humanos, libertad, familia, amor, etc.
Pero hay un ingrediente más que debemos tener para que cada mañana nos levantemos con ánimo y entusiasmo para enfrentar los va y vienes del día, un motivo, un ideal, una causa, un amor, una misión, algo o alguien por que luchar.
Es lo que muchos llaman tener propósito en la vida, es decir, tener claro cuál es nuestra finalidad en este mundo.
En este sentido, aunque parezca mentira, hay muchos que pasaron por esta tierra bendita de Dios y nunca se enteraron cuál era su designio.
Ya en este punto, y de manera personal, quiero decirles que todos hemos venido a este mundo para ser felices, y esto no necesariamente debe significar que seamos poseedores de grandes fortunas materiales, aunque nada tiene de malo, sino más bien que seamos felices con lo que nos satisface, que gocemos y nos divierta.
Descubrir para lo que somos bueno sin mucho esfuerzo, es el primer paso. Y esto puede ser cualquier cosa, desde lo más sofisticado hasta lo más común y corriente, pero todos, todos somos necesarios y todos, todos podemos alcanzar nuestra felicidad aun en las tareas más sencillas, complicadas o inverosímiles. Lo importante es que nos cause deleite cualquier misión o propósito que tengamos en la vida.
Piense, reflexione, haga memoria de todas las cosas que hace y por las que estaría dispuesto a detener el tiempo, eso es felicidad. Puede ser escribir un poema, dar un abrazo, expresar palabras de aliento, interesarse en el bienestar del prójimo, orar por los necesitados, sembrar una planta, empoderar a las personas, todo cuenta si eso te complace y te hace feliz.
Ya verás como estas pequeñas cosas te pueden resplandecer tu día.
Dios Bendiga a Nicaragua, a los Nicaragüenses En El Exterior y a todos los pueblos del mundo.
Tito Lagos-Bassett
Director@NicasEnElExteriorNews.com
“Algunas veces no es fácil hacer lo correcto, por eso es importante fortalecer la conciencia”.