JAMÁS PIERDAS EL AMOR PROPIO…
—Cuentan que había una vez un rey muy apuesto que estaba buscando esposa. Por su palacio pasaron todas las mujeres más hermosas del reino y de otros más lejanos; muchas le ofrecían además de su belleza y encantos, muchas riquezas, pero ninguna lo satisfacía tanto como para convertirse en su reina.
Cierto día, llegó una mendiga al palacio de este rey y con mucha lucha consiguió una audiencia.
“No tengo nada material que ofrecerte, solo puedo darte el gran amor que siento por ti” le dijo al rey: ” Sí me permites puedo hacer algo para demostrarte ese amor”.
“Pasaré 100 días en tu balcón, sin comer ni beber nada, expuesta a la lluvia, al sereno, al sol y al frío de la noche. Si puedo soportar estos 100 días, entonces me convertirás en tu esposa”.
El rey, sorprendido más que conmovido, aceptó el reto. Le dijo: Acepto, si una mujer puede hacer todo esto por mí, es digna de ser mi esposa.
El tiempo pasó y cuando solo faltaba una hora para cumplirse los 100 días acordado, la pobre mujer estaba muy desmejorada; había enflaquecido mucho y contraído enfermedades. Entonces sucedió, la valiente mujer se rindió, y decidió retirarse de aquel palacio.
Al llegar a su casa, su padre se había enterado ya de lo sucedido.
Le preguntó: ¿Por qué te rendiste a solo instantes de ser la reina?
Y ante su asombro, ella respondió: Estuve 99 días y 23 horas en su balcón, soportando todo tipo de calamidades y no fue capaz de liberarme de ese sacrificio.
Me veía padecer y solo me alentaba a continuar, sin mostrar siquiera un poco de piedad ante mi sufrimiento.
Entonces entendí: Una persona tan egoísta, desconsiderada y ciega, que solo piensa en sí misma, ¡No merece mi amor!
MORALEJA: Cuando ames a alguien y sientas que para mantener a esa persona a tu lado tienes que sufrir, sacrificar tu esencia y hasta rogar… aunque te duela, retírate. Y no tanto porque las cosas se tornen difíciles, sino porque quien no te valore, quien no sea capaz de dar lo mismo que ti… simplemente no te MERECE.