El escritor, primer autor centroamericano en recoger el galardón, elogia en su discurso las figuras de Rubén Darío y El Quijote.
Con un sentido homenaje a Rubén Darío, su herencia literaria y su influencia, y un repaso a la imaginación de Don Quijote, el escritor nicaragüense Sergio Ramírez ha recibido este lunes el Premio Cervantes 2017, el máximo galardón de las letras en español, que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que está dotado con 125.000 euros. Ramírez se ha acordado de la situación política en su país, donde han muerto varias personas en las protestas contra el régimen de Daniel Ortega. “Permítanme dedicar este premio a la memoria de los nicaragüenses que en los últimos días han sido asesinados en las calles por reclamar justicia y democracia, y a los miles de jóvenes que siguen luchando, sin más armas que sus ideales, porque Nicaragua vuelva a ser República”, ha indicado en su discurso.
Ramírez ha criticado a los “caudillos disfrazados de libertadores” que ofrecen salvación; ha rendido homenaje “al exilio de cientos de miles de centroamericanos que van hacia la frontera de EE UU” y ha recordado el tren de la muerte de México antes de señalar que “cerrar los ojos, apagar la luz, bajar la cortina, es traicionar el oficio” de escritor.
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Cortesía: El País