El primer salvadoreño astronauta ya se prepara para su primera misión espacial, luego de mucho trabajo, preparación y esfuerzo.
Su nombre es Frank Rubio, un joven de origen salvadoreño que llegó a la NASA, para convertirse en lo que es ahora un astronauta.
Primer astronauta hispano de la generación Artemisa
La nueva clase de astronautas, que consta de 11 candidatos de la NASA y dos candidatos de la Agencia Espacial Canadiense (CSA), se graduó el viernes 10 de enero de 2020. Se trata de la primera clase en graduarse bajo el nuevo programa Artemisa, que llevará a la primera mujer y al siguiente hombre a la Luna y más allá, a Marte. Entre los recién graduados está Frank Rubio, un hispano de origen salvadoreño que podría ser el primer latino en llegar a Marte.
Resumen
El Dr. Frank Rubio fue seleccionado por la NASA para unirse a la clase de candidatos a astronauta del 2017. Se incorporó al servicio en agosto de 2017 y tras haber completado el entrenamiento inicial de candidato a astronauta es ahora elegible para una misión espacial. Este nativo de Florida se graduó de la Academia Militar de EE. UU. y obtuvo un doctorado en medicina de la Universidad de Servicios Uniformados de Ciencias de la Salud. Antes de asistir a la facultad de medicina, trabajó como piloto de helicópteros UH-60 Blackhawk y voló más de 1.100 horas, incluidas más de 600 horas de combate y tiempo de peligro inminente durante despliegues en Bosnia, Afganistán e Irak. Rubio es médico de familia y cirujano de vuelo. En el momento de su selección, estaba sirviendo en el 10º Grupo de Fuerzas Especiales (Aerotransportado).
Datos personales:
Rubio de 46 años de edad, nació el 11 de Diciembre de 1975 en Los Ángeles, California, pero considera a Miami, Florida, su ciudad natal. Está casado con Deborah Rubio, y la pareja tiene cuatro hijos. Su madre, Myrna Argueta, vive en El Salvador.
Educación:
Se graduó de la Miami Sunset Senior High School en Miami, Florida. Obtuvo una licenciatura en relaciones internacionales de la Academia Militar de los Estados Unidos en West Point, Nueva York. Obtuvo un doctorado en medicina de la Universidad de Servicios Uniformados de Ciencias de la Salud en Bethesda, Maryland. Cursó su residencia de medicina familiar en Martin Army Community Hospital, Fort Benning, Georgia.
Experiencia:
Rubio sirvió como líder de pelotón en la Compañía A, 2-82nd Assault Aviation (REDHAWKS), y como comandante de la Compañía A, 2-3rd Aviation (STORM). Rubio también se desempeñó como supervisor de clínica, proveedor médico y cirujano de vuelo en Redstone Arsenal, Alabama. En el momento de su selección en junio de 2017, Rubio era cirujano para el Batallón del 10° Grupo de Fuerzas Especiales (Aerotransportadas) en el ejército de los EE. UU.
Experiencia en la NASA:
Rubio se incorporó al servicio en agosto de 2017 y completó dos años de entrenamiento como candidato a astronauta. En la actualidad está esperando una asignación de vuelo.
Premios/honores:
Rubio ha sido galardonado con la Estrella de Bronce (segundo premio), la Medalla al Servicio Meritorio (segundo premio), la Medalla de Elogio del Ejército (cuarto premio) y la Medalla de Logro del Ejército (cuarto premio). Se graduó de la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército de los EE. UU., Curso de Carrera de Capitán de Aviación del Ejército de los EE. UU. y Curso Básico de Oficiales, Curso de Control Conjunto de la Potencia de Fuego, Curso de Líder de Caballería y Curso de Cirujano de Vuelo del Ejército de los EE. Ha ganado las insignias de aviador sénior, de explorador, de asalto aéreo y de aerotransporte del ejército de EE. UU.
El próximo 21 de septiembre el primer astronauta con sangre salvadoreña irá al espacio… su madre en El Salvador verá su despegue con decenas de niños a quienes su hijo Frank los inspira.
Cortesía: National Aeronautics and Space Administration (NASA). SV Trending.
Army Astronaut to join ISS mission
His first venture into space Sept. 21 when he launches from the Baikonur Cosmodrome to the International Space Station as a NASA astronaut.
Lt. Col. Frank Rubio came from humble beginnings, raised by a single teenage mother in southwest Miami.
Rubio said his mom, an immigrant from El Salvador, raised him in an environment that encouraged hard work.
“One of the most important things that my mom taught me as we were growing up is that, despite the challenges we faced, it was never an excuse,” he said. “I had to work at things and move forward, and fortunately, that instilled a really good work ethic.”
Rubio, who joined the Army in 1998 as a means to pay for college, earned a Doctorate of Medicine and went on to have an extensive military career.
“I went into [the Army] thinking I’m going to do my five years and get out and have a long civilian career, and I ended up loving it,” he said. “Every day you come to work and you’re facing a new challenge in so many different ways. So, what I thought was going to be five years is now going on 25 years. I acknowledge that I’ve had an incredibly blessed career, and it’s been a lot of fun, but I’ve also had a lot of challenges.”
In 2017, Rubio faced a new challenge very few people get to do to do: to become an astronaut.
To become an astronaut, applicants must overcome several hurdles. More than 18,000 astronaut applications were reviewed in 2017 and only 12 were accepted for NASA’s class of 2017.
Rubio, who was one of those selected, began his two years of training as an astronaut candidate and also trained on the upcoming mission to the ISS as a flight engineer and crew member of Expedition 68.
Rubio, who is scheduled to launch on the Soyuz MS-22 spacecraft with Russian cosmonauts Sergey Prokopyev and Dmitry Petelin, is not sure if he will get the opportunity to perform a spacewalk during his stent aboard the ISS but is excited at the chance.
He will spend six months on the station as part of the Expedition 68 crew.
“If I get the privilege of doing a spacewalk, I think one of the hardest challenges for me is going to be twofold: looking down because I want to stare at the Earth the entire time and how beautiful it is, and then also not looking up because I just want to stare at the stars and just the incredible blackness,” Rubio said. “Nothing gives you that perspective of how tiny we are and also how amazingly privileged we are to have the Earth.”
Baikonur Cosmodrome
The Baikonur Cosmodrome is a spaceport in an area of southern Kazakhstan leased to Russia. The Cosmodrome is the world’s first spaceport for orbital and human launches and the largest operational space launch facility.
Cortesía: U.S. Army