Entre aplausos y vítores, seguidores y familia del cantante José José despidieron los restos mortales del llamado “Príncipe de la canción” en una sentida ceremonia en el Auditorio del Condado de Miami-Dade, en el sur de Florida. El artista mexicano falleció en dicha ciudad el pasado 28 de septiembre.
Ante un féretro bañado en oro y cubierto con un gran ramo de rosas blancas, el grupo Mariachi México International “Sí Señor” entonó algunas de las canciones más emblemáticas del cantante, como El Triste o Ya lo pasado pasado.
La viuda del artista, Sara Salazar Sosa, y su hija Sara Sosa entonaron el tema Amor Eterno, del también desaparecido Juan Gabriel, para homenajear la carrera y el legado artístico que deja José José.
Su hermana Marysol también tuvo unas emotivas palabras hacia el desaparecido cantante de Almohada o Gavilán o Paloma. “Yo tuve un hermoso papá, que el tiempo que estuve con él me dio lo mejor de él. Tuve la dicha de despedirme, no fue de la manera más adecuada, definitiva, pero le agradezco para siempre el amor que depositó en nosotros, sus hijos”, dijo.
Hasta el auditorio situado en el barrio de la Pequeña Habana de Miami, muchos de los fans del músico llegaron con flores y obsequios para homenajear la trayectoria artística de José José, considerado una de las figuras musicales más importantes de México.
Almohada
Adán Torres nació en Managua y estudió en el Colegio Bautista.
El compositor nicaragüense fue el creador del éxito Almohada, interpretada por El Príncipe de la Canción, José José. Almohada compitió en el Festival OTI en 1977, quedó en cuarto lugar. Fue Lupita D’Alessio quien le dijo, ese mismo día, que ella tenía al hombre que haría esa canción famosa, José José.
Torres vive en Estados Unidos, pero su vida no la dedicó a componer canciones hace algunos años se jubiló de una planta de leche, donde trabajaba. Al enterarse de la muerte de José José dice sentirse «consternado, triste y desolado».
La canción nace, según contó en una entrevista a LA PRENSA hace algunos años, porque “mi compañera en Estados Unidos era la soledad y estar lejos de mi esposa (Marina Moncada) fue un tormento permanente», dijo.
Agregó que lo anterior hizo que una noche, «cansado por el duro trabajo y cayendo en sueño profundo, la entrañable melancolía que me embargaba me llevó a un encuentro de fantasía con mi esposa, y en forma vívida la acaricié con cariño y besé con dulzura, pero intempestivamente todo desapareció y me encontré solo, entre cuatro paredes y abrazado a la almohada; creo que casi entre dormido y despierto me levanté y comencé a escribir lo que fue un hermoso sueño”.
Cortesía: El Colombiano, La Prensa