Chocheras Del Abuelo

NO LE DIGAS A UNA MUJER…

 

Nunca le digas a una mujer que no puede hacerlo.

Recuerda que solo ella ha podido bailar con dos corazones.

Solo ella ha respirado con cuatro pulmones.

Tan solo ella ha podido llevar en su vientre el peso de dos mundos, y ha parido la vida a gritos.

No le digas que no es capaz de algo porque es capaz de todo.

Jamás intentes cortarle las alas a una mujer, porque además de ser damas, también son guerreras de la vida, son maestras en salir adelante con sus propias fuerzas y con sus propias manos, son catedráticas en resiliencia, en terquedad, en darlo todo, en entregarse en cuerpo y alma por sus sueños.

Nunca subestimes a una mujer, solamente una mujer puede resurgir como el ave fénix, puede levantarse de las ruinas y volver a construirse pedazo a pedazo, solamente una mujer puede sentir que el mundo se cae a pedazos, guardar silencio, pero nunca rendirse, ni un solo día dejar de dar pelea.

Solamente una extraordinaria dama podría llevar en sus hombros el peso del mundo, es decir, preocupaciones, desvelos, esfuerzo, responsabilidad, dudas, miedos, batallas de vida, errores, lágrimas o heridas, y aun así, vencer tormentas, remar contra la corriente, desafiar el peligro, sin quejarse, sin tirar la toalla, con la esperanza de un mañana mejor.

A una mujer de gran corazón, de bella sonrisa, que no guarda odio o rencor, a veces es difícil creerle que no ha sufrido, que sus ojos bonitos se han nublado de dolores, que existen pequeñas cicatrices detrás de sus palabras positivas ante cualquier adversidad.

Las únicas que podrían voltear con satisfacción a su pasado, mirar con calma el presente y sonreírle al porvenir son ellas, las damas maduras, extraordinarias y exitosas, así es, una mujer como tú.

GRACIAS, MAMÁ

 

COMENTARIOS

Escriba sus Comentarios