Nicaragua renuncia a la OEA después de 73 años de ser parte de esa entidad
Nicaragua firmó la Carta Democrática en 1948, fue así que se convirtió en uno de los miembros originales del organismo continental, del cual ahora Daniel Ortega ha optado por salirse ante el repudio generalizado de los Estados miembros por las elecciones «ilegítimas» montadas en el país el siete de noviembre.
La OEA se fundó para alcanzar entre sus Estados miembros «un orden de paz y de justicia, fomentar su solidaridad, robustecer su colaboración y defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia».
Según el portal web de la OEA, Nicaragua es miembro del Sistema Interamericano desde 1889. Esto convierte al organismo regional en el más antiguo del mundo.
Tras el anuncio de la salida de Nicaragua de la OEA, el país centroamericano se convierte en el primer Estado en abandonar el organismo, aunque este proceso tomará dos años para desligarse totalmente.
Antes de Nicaragua, Venezuela ya había denunciado la Carta Democrática, pero el organismo decidió reconocer a los representantes del Gobierno interino de Juan Guaidó, el proclamado presidente del país suramericano y desconocieron a los delegados del dictador Nicolás Maduro.
Con esta movida del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el país se «salva» de ser expulsado de la OEA, pero por dos años más tendrá que alinearse a la Carta Democrática, la misma que podría ser aplicada por los Estados Miembros.
El artículo 143 de la Carta de la OEA, el mismo que cita la dictadura para abandonar el organismo; señala que “esta Carta regirá indefinidamente, pero podrá ser denunciada por cualquiera de los Estados miembros, mediante comunicación escrita a la Secretaría General, la cual comunicará en cada caso a los demás las notificaciones de denuncia que reciba».
«Transcurridos dos años a partir de la fecha en que la Secretaría General reciba una notificación de denuncia, la presente Carta cesará en sus efectos respecto del Estado denunciante, y este quedará desligado de la Organización después de haber cumplido con las obligaciones emanadas de la presente Carta», agrega.
En estos dos años que culminarían el 19 de noviembre de 2023, el Estado nicaragüense continuará escuchando los debates del organismo sobre la situación del país y las resoluciones que se aprueben son de obligatorio cumplimiento. También seguirá disfrutando de los beneficios de ser miembro de la OEA y asistir o no a las reuniones de la OEA.
Cortesía: Artículo 66