Los habitantes del municipio de Teotepeque, en La Libertad, han descubierto una laguna encantada, la cual resguarda belleza y misterio.
En el cantón Mizata, municipio de Teotepeque, La Libertad, los habitantes de la zona descubrieron una cueva en medio de unas rocas, la cual han denominado como “la cueva encantada“. En ese paraje se encuentra una laguna misteriosa.
Sin embargo, llegar al sitio es un verdadero reto. Se debe caminar entre las piedras rocosas, y luchar contra la marea alta, ya que pareciera que el mar es el principal guardián que resguarda la laguna encantada. Así lo cuenta José Sibrián, habitante de la zona.
Si el mar decide darle la bienvenida, las personas pueden acceder con cuidado a la laguna encantada. Según el habitante Tulio Cruzcalle, la profundidad de la cueva es de alrededor de 75 metros.
Los mitos y leyendas que resguardan este lugar son muchos. Entre ellos, es que un primate acoraza un tesoro y cofre de joyas que nunca han sido extraídos.
El final de la cueva no se conoce con exactitud, y tampoco la profundidad de la laguna, pero los lugareños aseguran que los turistas pueden bañarse en el lugar. Ya que, para ellos, su agua rejuvenece y tiene propiedades curativas.
Turismo de encanto en Teotepeque
El nombre del municipio de Teotepeque tiene varios significados en náhuatl:
- Cerro de los Dioses
- Cerro Sagrados
- Lugar de Dios.
Se ubica al suroeste del departamento de La Libertad, donde limita al norte con Tepecoyo y Jayaque, al este con Jicalapa y Chiltiupán, y al oeste con Sonsonate y las playas del litoral.
En sus alrededores, hay lugares de senderismo, como los que tiene una finca, ubicada en el cantón El Matazano, que ofrece catación de café y caminatas por los senderos a los turistas, para recrearse de cascadas y posas de agua pura, donde se puede disfrutar de un baño.
Son más de 200 manzanas de finca, donde no solo se cultiva café, sino que también:
Limón pérsico, Guineo de seda, Naranjas y Variedad de frutas.
En este municipio, la cosecha es orgánica, a fin de que todo sea más saludable como el café, que es su principal fuerte.
Cortesía: Telecorporación Salvadoreña.
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TEOTEPEQUE Y SUS HISTORIAS
La Laguna Escondida
En una noche de historias, recordando los cuentos, leyendas y anecdotas de mi abuelo Rafay Esquivel y mi tío Chon Esquivel, estabamos un primo, y dos amigos. Recordando cuanta historia se nos cruzaba por la mente. Entre esas historias apareció la historia de la laguna escondida.
¿Donde está la laguna escondida? Pregunté, en Texicios, me respondió uno de mis amigos, que es originario y habitante de ese lugar.
La laguna escondida está en el caserío Texicios, del cantón Mizata, en Teotepeque. Es al interior de una roca a más o menos 10m. sobre la altura de la playa.
Un dato interesante que me cautivo, fue el hecho que existiera esa cueva, pues eso hace verídico mi información escrita ya hace mucho tiempo sobre el Significado de Texicios “Cueva del Caracol”.
Cuenta la Historia que en esa cueva se esconde un tesoro, algunos dicen que es un cangrejo de oro, otros dicen que hay un cofre con joyas, etc. La verdad, (así lo dijo mi amigo) es que esa cueva está encantada. Cuando uno entra a esa cueva se siente una sensación de temor y curiosidad, un deseo de seguir más adentro pero a la vez de quedarse quieto solo viendo pasar a los peces y camarones ciegos, que por ser de color blanco se reflejan fácilmente con la luz de las linternas- dijo mi amigo.
En esa cueva existe la entrada principal que es atravesando y sorteando la marea, escalando aproximadamente 8 a 10m de altura, por peñasco rocoso, y la otra entrada que es por encima del cerro conocido como cerro de ulata, aunque esa entrada no es accecible se cuenta que el cacique de ese lugar cubrió esa salida con piedras del mar, para que nadie pudiera entrar, supuestamente a sacar el valioso tesoro.
Según la historia trascendida de generación en generación se cuenta que por ese pasillo solo se puede entrar a las 12:00 de la media noche, pues es en esa hora cuando el pasillo se abre. Se cuenta que hubo una familia que intentó ingresar por ese pasadizo, se presentó puntual a la hora y ciertamente dicen, las piedras se volvían más livianas y era posible ir quitándolas del pasadizo, pero se les paso la hora y cuando fueron la 1:00 a.m. aparecieron en otro lugar, ellos recuerdan que aparecieron en un terreno vecino y no en el terreno donde se encuentra ese pasadizo.
Otro elemento que acompaña a esta laguna es su vecina, la argolla, utilizada para el andaribel, pues en esta playa desembarcaban piratas y corsarios, como ya lo he escrito antes en otras notas.
Otro de los elementos que componen la historia en esta cueva es que, en este lugar llegó la famosa embarcación “La Santa María”, de Cristóbal Colón, se supone que se libró una batalla con los indígenas, pues según se dice ese era un asentamiento indígena, en la cual ganaron la batalla y colocaron como trofeo la espada de Cristóbal Colón, enterrada a la entrada de esa cueva, y en esa misma laguna fueron tirados los cuerpos de los soldados de Cristóbal Colón.
El dato mucho más curioso es que esta cueva y esta laguna, a quien la visita, siempre lo deja con la curiosidad de introducirse cada vez más adentro. Todo el que visita esta laguna, trae el deseo de regresar y encontrar que hay adentro.
Seguramente dicen, si usted visita esa cueva querrá regresar a explorarla.
Cortesía: José Miguel Esquivel Blog
Más Información:
www.SalvadorenosEnElExterior.com