En el 2018 la llegada de remesas a Nicaragua creció 7.9 por ciento, lo que significó un alivio para la economía, en medio del creciente deterioro debido a la crisis sociopolítica que lleva más de nueve meses sin mostrar señales de ser resuelta y que ha llevado a semiparalizar las actividades productivas debido a la falta de financiamiento.
El año pasado según informe del Banco Central de Nicaragua (BCN) se recibió 1,501.2 millones de dólares en remesas, unos 118.59 millones de dólares adicionales con respecto al 2017, cuando se captaron 1,390.8 millones de dólares.
El máximo emisor bancario detalla que solo en diciembre, las familias nicaragüenses que mensualmente reciben envíos de sus parientes desde el exterior captaron 149.5 millones de dólares, 9.4 por ciento más con respecto a los 136.7 millones de dólares en igual mes del 2017.
La crisis sociopolítica en Nicaragua estalló el 18 de abril, luego que el Gobierno ordenara reprimir unas protestas contra manifestantes, en ese contexto muchas familias migraron y el flujo de remesas simultáneamente comenzó a crecer.
Estados Unidos empuja las remesas
El BCN informa que el principal emisor de remesas para Nicaragua fue Estados Unidos con un 55 por ciento del total percibido. De ese país provino 825.60 millones de dólares en el periodo analizado.
Le sigue Costa Rica con 295.7 millones de dólares, lo que equivale a un 19.7 por ciento de total.
Con el estallido social, el país al que más ha emigrado la población es Costa Rica, sin embargo antes de la crisis esta economía ya estaba en el segundo lugar del origen de las remesas que llegan a Nicaragua.
Y en tercer lugar está España que en el 2018 envió a Nicaragua 168.3 millones de dólares, es decir un 11.2 por ciento del total.
En los últimos años, las remesas han sido fundamentales para reducir pobreza y es lo que ha permitido en gran medida que la tasa de pobreza medida a través del consumo caiga a su nivel más bajo, según ha admitido el mismo Gobierno.
Cortesía: La Prensa.