Por: Dr. Carlos Sánchez Berzain

Transcripción de la conferencia: Conclusiones en el Foro “Quo Vadis Nicaragua 2024” celebrado el 17 de abril de 2024 en la sede del InterAmerican Institute for Democracy (IID) en Miami, Florida.

El Foro Qadis Nicaragua 2024 está dedicado a recordar los seis años de la rebelión civil. Pero Qadis, como ustedes saben, significa “a dónde va” en Nicaragua y, según lo que se ha expuesto aquí, Nicaragua va indefectiblemente en el camino de la recuperación de la libertad y la democracia que merece el pueblo de Nicaragua.

Ese es el camino porque la rebelión de Abril de 2018 no se ha detenido, la resistencia civil en Nicaragua continúa y ha continuado, como lo demuestran los permanentes actos de terrorismo de Estado que la dictadura nicaragüense perpetra contra el pueblo de Nicaragua. Ha tenido que encarcelar candidatos, ha tenido un número importante de presos políticos, aplica la “puerta giratoria” que es suelta o deporta, como ha hecho, expatria a 222 presos políticos. Pero además, lleva adelante un proceso de terrorismo de Estado que consiste en cometer diariamente crímenes desde el gobierno para generar miedo en la población, de manera que con ese miedo logre conductas que de otra forma no serían aceptables.

Y no las logra porque la resistencia civil sigue. O sea que la rebelión de abril de 2018 persiste, transformada en resistencia civil, marcando el camino de Nicaragua hacia la libertad. Ahora, para eso, hay que recordar, para alentar, para fortalecer y para acelerar ese triunfo de la libertad y la democracia sobre la dictadura de Nicaragua, hay que recordar algunos elementos que hacen a la región, a las Américas, en el siglo XXI.

Primero, decir que las Américas tienen 35 países. Al iniciar este siglo, había una dictadura, la de Cuba. Hoy día hay cuatro, hubo cinco: Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua. Estuvo el Ecuador de Correa, ya fue, está en retorno a su democracia. Pero hay además cuatro gobiernos para dictatoriales que son gobiernos en democracia, pero cuyos presidentes le deben el haber llegado al poder al sistema dictatorial del socialismo del Siglo XXI o el castrochavismo, y que por lo tanto están al servicio de las dictaduras: México con López Obrador, Colombia con Petro, Chile con Boric, y Brasil con Lula. Pasó por ahí hasta diciembre del año pasado Fernández-Kirchner de la Argentina, que ahora ha cambiado trascendentalmente con la presidencia, con el cambio de presidencia.

El tema es que en ese escenario hay 27 países que son democracias, que están tolerando una cuestión anormal, absolutamente anómala: una cuestión irregular, ilegal y criminal que se llama dictadura. Se tolera la dictadura de Cuba desde hace 65 años, la de Venezuela desde hace 25 años, la de Bolivia desde hace casi 20 años y la de Nicaragua desde el 2007, que tuvo un momento anterior de 5 años de dictadura entre el 85 y el 90 con el mismo dictador Ortega.

Para ofrecer conclusiones de todo lo que se ha dicho aquí, primero propongo aprender de la experiencia y Nicaragua nos da un ejemplo muy importante en el ámbito de lo que es la experiencia, porque Nicaragua recuperó la democracia en el año 1990 con la transición del dictador Ortega del sandinismo a la presidencia de Doña Violeta Chamorro. Pero ese es el ejemplo que no hay que repetir, porque ese año lo que pasó fue que la democracia tomó el gobierno, pero no el poder. Le dejó al sistema dictatorial, le dejó al sandinismo el poder, expresado en por lo menos tres elementos: le dejó el control de las fuerzas armadas, le dejó la piñata que era todo lo que se habían robado en ese tiempo, y le dejó impunidad para que siga participando en política y se quedó con las leyes de la dictadura. Este ejemplo que le sirvió a Nicaragua para un respiro democrático de 17 años.

Fue ejecutado mucho más rápida, violenta y traidoramente en Bolivia que se recuperó su democracia en el año 2019 y la perdió en el 2020 precisamente por lo mismo, porque salió dictador pero no salió la dictadura. Porque para sacar una dictadura, además de quitar físicamente del gobierno a los operadores del crimen organizado, hay que quebrarle su sistema jurídico dictatorial y no hay que tolerar la impunidad. Esos son los dos elementos esenciales que hay que anotar como experiencia de este retorno a la dictadura que ha hecho Nicaragua en el año 2007, por la corrupción, por la impunidad de los corruptos, llámese Alemán y compañía, y la complicidad de empresarios privados que hasta ahora coparticipan en detentar el poder, y la creación de una oposición funcional, servil a la dictadura, que hasta ahora sigue operando.

Con eso, las conclusiones sobre lo que aquí se ha dicho, de qué hay que hacer para acelerar el proceso de liberación de Nicaragua, primero hay que entender que lo que pasa en Nicaragua no es un proceso nicaragüense, es un proceso transnacional. Nicaragua es una dictadura satélite de Cuba que se instaló así en el año 85 o en el período anterior con la junta del 79 al 85. Porque esa era la representación del brazo comunista en los tiempos de la guerra fría y que en el siglo XXI, eso ha sido reemplazado por el socialismo del siglo XXI, castrochavismo, que multiplicando los ejes de confrontación, ha llevado el crimen organizado para dirigir desde Cuba el gran ataque contra las democracias y que ha convertido una en cuatro democracias.

Como he empezado diciendo y que este es un tema de carácter regional, o sea el tema de Nicaragua no es nomás de Nicaragua, Nicaragua está sostenida por Cuba, está apoyada por Bolivia, sostenida por Venezuela, está justificada por los gobiernos para  dictatoriales de México, de Colombia, de Chile y de Brasil, pero además está apoyada por el acuerdo de lo que es el fenómeno transnacional del siglo XXI de las dictaduras contra las democracias, la dictadura teocrática de Irán, basada en Bolivia, apoyando a Nicaragua, a Venezuela y a Cuba como una entidad, la dictadura nacionalista seno nacionalista de Rusia, la dictadura comunista de China, la dictadura de carácter familiar de Corea del Norte. O sea, hay una alianza mundial de las dictaduras que no tienen un jefe y no consolidan hoy día una unidad para desafiar al mundo democrático. Simplemente porque Rusia no se va a someter a China, China no se va a someter a Irán, Irán y China no se van a someter a Rusia. O sea, tienen un problema de liderazgo que permite determinado tipo de coordinación criminosa, pero que les quita una efectividad que en otro caso sería muy grande. Primero les digo, Nicaragua no es un fenómeno nicaragüense, es un fenómeno en las Américas y se trata de que sea víctima de una agresión transnacional, es una dictadura satélite.

Segundo, hay que identificar, en consecuencia, al adversario y el enemigo principal en la región de la libertad del pueblo de Nicaragua está en Cuba y está operado por los brazos de los otros satélites que son Nicaragua y Bolivia, con los cuatro gobiernos para dictatoriales. Se ha mencionado aquí a la CELAC. ¿Qué es la CELAC? La CELAC es un rótulo creado por el castrochavismo para tratar de atacar a la Organización de Estados Americanos, y que fracasa todos los días. Acaba de fracasar con la convocatoria que han hecho para tratar el tema de México con Ecuador y han ido seis países.

Tercero, los líderes democráticos y los países democráticos que hasta ahora tienen una conducta de tolerancia y en algunos casos de complicidad tienen que entender, yo creo que están entendiendo, que la existencia de dictaduras en la región además de ser un hecho anómalo es un hecho perjudicial para ellos porque las dictaduras de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua son dictaduras de crimen organizado transnacional que controlan países que han convertido en narco estados y que en los últimos años además de los mecanismos tradicionales de agresión a la democracia que son el terrorismo, la guerrilla, la extorsión, el secuestro, el asesinato de la reputación, los crímenes normales, han incorporado dos: el narcotráfico y el crimen común, que lo están utilizando para generar inseguridad ciudadana en todo en todas las Américas y de esa manera desestabilizar las democracias.

¿Cómo atacan a las democracias ahora?
Miren el Ecuador. Miren el éxito del presidente de El Salvador porque salvan el ataque del crimen común, del crimen organizado que está digitado desde Cuba y que tiene plataformas en las embajadas de Nicaragua, de Bolivia, de Venezuela para soportar el crimen normal. No otra cosa representa porque hay pruebas, por ejemplo, el asesinato del Teniente Venezolano como refugiado político que se acaba de producir en Chile al que dicen: “Ah, es el tren de aragua”. Y ¿Qué es el tren de Aragua? Crimen organizado operado por la dictadura de Venezuela bajo entrenamiento de la dictadura de Cuba. O sea, están reemplazando la guerrilla de la década de los 60, la guerrilla urbana de los 70, el terrorismo urbano por el crimen y el narcotráfico. Hay que anotarlo.

Y finalmente, cuando se habla de unidad, que es lo más difícil, yo en vez de unidad sugeriría, en más que se junten. O sea, la unidad es una cosa muy complicada, pueden haber problemas ideológicos, pueden haber problemas personales. Quiero decirles que aquí deberían de haber algunos oradores más que han decidido no venir porque venían algunos que no les gustaba, eh, pero siendo el Instituto una entidad pluralista, respeta ese tipo de opinión, se la pierden. No vamos a decir quiénes son, pero los vamos a seguir invitando para ver si cambian de idea.

Entonces, no sé, no hay que buscar la unidad porque lo que pasa en Nicaragua con el tema de la unidad pasa en Cuba, pasa en Bolivia, pasa en Venezuela. ¿Por qué? Porque, además de que las dictaduras tienen un mecanismo muy diseñado y muy lubricado para dividir la oposición, que va desde el dinero hasta las amenazas, eh. Somos los latinoamericanos por nuestra cultura de ascendencia española, la base indígena y la bendición católica, absolutamente propensos a formar grupos y a no tener unidad. Es la historia de los 500 años últimos. Entonces, en ese marco, tratemos de juntarnos y mi sugerencia es que nos juntemos internamente en cada país e internacionalmente en las Américas en contra de las dictaduras en base a un solo elemento:
“Tenemos el mismo enemigo y el día que derrotemos ese enemigo habremos salvado el problema y ya podemos pelear, ya podemos empezar a sacar las banderas políticas, las banderas de grupo, las aspiraciones personales, las candidaturas y todo lo que quiero”.

Cortesía: Dr. Carlos Sánchez Berzain. (YouTube)

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