Un promedio de seis nicaragüenses fueron deportados por día de los Estados Unidos en el último año fiscal, que comprende del 1 de octubre de 2018 al 30 de septiembre de 2019.

En este período la suma total de repatriaciones fue de 2,240 personas, según un documento publicado por el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense.

Si bien la migración hacia territorio norteamericano ha sido histórica, en el contexto de la represión orteguista ha aumentado y también el número de deportaciones. Así lo revela un comparativo del año fiscal 2018 con respecto al 2019: las deportaciones de nicaragüenses crecieron un 254.84 por ciento de un año a otro, al pasar de 879 a 2,240 casos.

Por encima de Nicaragua siguen estando los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala) con más expulsiones. De acuerdo con el mismo informe del Departamento de Seguridad Nacional, se deportaron 41,800 hondureños, 18,981 salvadoreños y 54,919 guatemaltecos.

“Según los datos de CBP (Aduanas de EE. UU. y Protección de Fronteras, por sus siglas en inglés), durante el año fiscal 2019, el número de personas detenidas o encontradas inadmisible a nivel nacional totalizó 1,148,024, un aumento del 68 por ciento sobre el ejercicio fiscal año anterior. La gran mayoría de esta actividad ocurrió a lo largo de la frontera suroeste, donde la Patrulla Fronteriza de EE. UU. (USBP) detuvo a 851,508 (personas)”, destaca el informe.

El desplazamiento forzoso hacia el norte se ha dado pese al endurecimiento de las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump y la colaboración de México, Guatemala, El Salvador y Honduras para evitar que ni se acerquen a la frontera de Estados Unidos.

Sin embargo, las personas siguen saliendo con dirección a EE. UU., aguantando hambre, sol, frío y desvelos; y tratando de no convertirse en una víctima más del horror que acecha el camino, con robos, violaciones y secuestros. También la muerte.

Cortesía: La Prensa.

 

 

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