Interesante historia de una paisana Nicaragüense, que hace mas de un siglo, hizo historia en el estado de plata, Nevada.
Fermina Sarras (1840-1915), que nació en León, Nicaragua, llegó a Nevada como prospecta en una época en la que las mujeres no usaban pantalones, y mucho menos deambulaban solas por el desierto en busca de vetas de mineral.
Pero estaba vestida para el éxito, se hizo rica como la “Reina del Cobre”, y la ciudad de Mina, Nevada, lleva su nombre. En agosto de 1905, el ferrocarril Tonopah & Goldfield creó una terminal de pasajeros y carga al norte de Belleville in Soda Spring Valley. Los funcionarios del ferrocarril llamaron a la nueva ciudad Mina, en honor a Fermina.
Entre 1988 y 1996, en el cañón Giroux, en la cordillera del valle de Gabbs, las empresas mineras produjeron un total combinado de 299,000 onzas de oro y 644,000 onzas de plata en terrenos que alguna vez fueron propiedad de Sarras. Por lo general, ella insistía en el pago de los derechos sobre sus concesiones en oro.
Escondió su riqueza en su gallinero, porque más tarde dijo que las gallinas siempre arman un escándalo si alguien se acerca.
La señora Sarras era conocida tanto por su generosidad con las personas necesitadas como por sus hábitos de gasto a lo grande. Cuando su reserva de oro comenzó a disminuir, decía: “Supongo que será mejor que regrese al desierto”, según su bisnieto, Albert Bradshaw. Se ponía el moño, volvía a las colinas y buscaba otra mina. Sarras murió en 1915.
Cortesía: Luis O. Latino | Photo courtesy: Jo Gill & Special Collections Division, University of Washington Libraries.
Más Información:
www.NicaraguensesEnElExterior.com