2006. Güegüense. Patrimonio Histórico Cultural de la Nación. Declaración

    El Güegüense
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    January 31, 2016 all-day America/Los Angeles Timezone
    2016-01-31T00:00:00-06:00
    2016-02-01T00:00:00-06:00

    31 de Enero de 2006.

    Normas Jurídicas de Nicaragua

    Materia: Educación y Cultura
    Rango: Decretos Legislativos

     

    DECLARA AL GÜEGÜENSE COMO PATRIMONIO HISTÓRICO CULTURAL DE LA NACIÓN

    DECRETO A.N. No. 4456, Aprobado el 31 de Enero del 2006

    Publicado en La Gaceta No. 43 del 01 de Marzo del 2006

    EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE NICARAGUA

    Hace saber al pueblo nicaragüense que

    LA ASAMBLEA NACIONAL DE LA REPÚBLICA DE NICARAGUA

    CONSIDERANDO

    I

    Que la UNESCO efectuó el 25 de Noviembre del año 2005, la Tercera Proclamación de Obras Maestras, del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Con este reconocimiento internacional se distingue el carácter excepcional de algunas formas de expresiones populares como la tradición oral, las músicas y danzas, los rituales y la mitología; el conocimiento y prácticas relativas a la naturaleza y el universo y las técnicas de la artesanía tradicional, así como los espacios culturales.

    II

    Que desde hace algunos años se nominaron ante la UNESCO diferentes sitios culturales declarados Monumentos Nacionales para ser incluidos en la lista del Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad por su relevancia, lográndose que se aprobara la nominación del Güegüense como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

    III

    El Güegüense es una obra de teatro bien conocida a través de toda Nicaragua que se presenta cada año del 17 al 27 de Enero durante las fiestas patronales de San Sebastián, en la ciudad de Diriamba, departamento de Carazo. La obra del Güegüense, es una síntesis de la fusión de las culturas españolas e indígenas que combinan el teatro, la danza y la música, siendo considerada una de las expresiones literarias más distintivas de la era colonial en América Latina.

    En uso de sus facultades;

    HA DICTADO

    El siguiente:

    DECRETO

    QUE DECLARA AL GÜEGÜENSE COMO PATRIMONIO
    HISTÓRICO CULTURAL DE LA NACIÓN

    Artículo 1.- Declarar al Güegüense su obra y todas las manifestaciones culturales derivadas de ellas, como Patrimonio Histórico Cultural de la Nación.

    Artículo 2.- Declarar a la Ciudad de Diriamba, “Cuna del Güegüense”.

    Artículo 3.- El Gobierno de la República de Nicaragua establecerá a través del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (MECD) y el Instituto Nicaragüense de Cultura, (INC) todas las facilidades para su preservación, difusión y protección.

    Artículo 4.- El presente Decreto entrará en vigencia a partir de su publicación en La Gaceta, Diario Oficial.

    Dado en la ciudad de Managua, en la Sala de Sesiones de la Asamblea Nacional, a los treinta y un días del mes de Enero del año dos mil seis. EDUARDO GÓMEZ LÓPEZ, Presidente Asamblea Nacional. MARÍA AUXILIADORA ALEMÁN ZEAS, Secretaria de la Asamblea Nacional.

    Por tanto: Publíquese y Ejecútese. Managua, siete de febrero del año dos mil seis.
    ENRIQUE BOLAÑOS GEYER, Presidente de la República de Nicaragua.


     

     

    El Güegüense

     


     

    Reseña histórica del origen del Güegüense

    El Güegüense en sí es una expresión virulenta de protesta contra el colonialismo, es un drama satírico callejero y popular conocido en todo el país. Está representado durante la fiesta de San Sebastián, santo patrono de la ciudad de Diriamba, en el Departamento de Carazo. En el siglo XVII, en las calles de una pequeña ciudad colonial nicaragüense gobernada por autoridades españolas y habitada por indígenas y mestizos, comenzó a interpretarse esta comedia bailete de gran valor cultural que expresa un rechazo a la dominación hispana de manera burlesca, ingeniosa y creativa.

    El Güegüense es en esencia una síntesis de las culturas indígena y española, donde se mezcla el teatro, la danza y la música. Se le considera como una de las formas de expresión hispanoamericanas más notables desde el tiempo colonial. Los primeros textos fueron compuestos, probablemente, a principios del siglo XVIII.

    La historia gira en torno al encuentro entre las autoridades coloniales españolas y los nativos americanos, representados particularmente por un personaje central, el Güegüense, una figura venerable y respetada en la Nicaragua prehispánica. Este se defiende de las acusaciones lanzadas contra él por las autoridades coloniales gracias a una serie de estratagemas verbales.

    En lugar de enfrentarse directamente o desafiar a la autoridad, él procura mostrarse siempre cooperativo y conciliador, mientras recurre a artimañas para socavar la autoridad española. Entremezclados en las procesiones de la calle, los espectáculos son representados generalmente por ocho personajes principales acompañados de bailarines y de un conjunto de violines, guitarras y tambores. Los trajes, las máscaras de madera, los sombreros y otros atributos distinguen a los diferentes personajes. La tradición resulta familiar para la mayoría de la población hispanohablante de Nicaragua, debido a que la televisión nacional da una amplia cobertura a la procesión anual de San Sebastián.

    El personaje es tan popular que los nicaragüenses han acuñado la expresión: “poner cara de Güegüense” para referirse a alguien que aparenta someterse a la autoridad, mientras trabaja sutilmente para socavarla.

    A pesar de su popularidad, el Güegüense corre el riesgo de decaer, e incluso de desaparecer, debido a la difícil situación económica del país, a la escasa ayuda a los actores y la falta de interés de los jóvenes nicaragüenses.

    Con el tiempo la obra pasó a ser un símbolo de identidad para el pueblo de Nicaragua por su carácter de protesta, y tres siglos después de su origen en el mes de Noviembre de 2005 llegó a ser declarada “Patrimonio Vivo, Oral e Intangible de la Humanidad” por la UNESCO.

    Esa histórica obra de autor anónimo es “El Güegüense o Macho Ratón”, primera pieza literaria nicaragüense, perteneciente al teatro náhuatl.

     


     





     

    El Güengüense, conocido también como el “Macho Ratón”, reúne textos y danzas con interludios musicales, que integran las lenguas española, vasca y náhuatl.

    El Güegüense, una expresión virulenta de protesta contra el dominio colonial, es un drama satírico bien conocido en Nicaragua que se representa cada año el día de la fiesta de San Sebastián, santo patrón de la ciudad de Diriamba, en la provincia nicaragüense de Carazo.

    El Güegüense es una síntesis de las culturas española e indígena que combina el teatro, la danza y la música. Se considera una de las expresiones más distintivas de la era colonial de América Latina. Los primeros textos fueron compuestos probablemente a principios del siglo XVIII.

    La historia gira en torno al encuentro entre las autoridades coloniales españolas y los nativos americanos, representados particularmente por un personaje central, el Güegüense, una figura venerable y respetada en la Nicaragua prehispánica. Este se defiende de las acusaciones lanzadas contra él por las autoridades coloniales gracias a una serie de estratagemas verbales. En lugar de enfrentarse directamente o desafiar a la autoridad, él procura mostrarse siempre cooperativo y conciliador, mientras recurre a artimañas para socavar la autoridad española.

     

     

    Entremezclados en las procesiones de la calle, los espectáculos son representados generalmente por ocho personajes principales acompañados de bailarines y de un conjunto de violines, guitarras y tambores. Los trajes, las máscaras de madera, los sombreros y otros atributos distinguen a los diferentes personajes. La tradición resulta familiar para la mayoría de la población hispanohablante de Nicaragua, debido a que la televisión nacional da una amplia cobertura a la procesión anual de San Sebastián.

    El personaje es tan popular que los nicaragüenses han acuñado la expresión: “poner cara de Güegüense” para referirse a alguien que aparenta someterse a la autoridad, mientras trabaja sutilmente para socavarla. A pesar de su popularidad, el Güegüense corre el riesgo de decaer, e incluso de desaparecer, debido a la difícil situación económica del país, a la escasa ayuda a los actores y la falta de interés de los jóvenes nicaragüenses.

     


     

    El Güegüense

    El Güegüense is a Nicaraguan play about a trickster outwitting colonial authorities that comes from traditions of dance and street theater and is performed at the feast of San Sebastián every year in Diriamba.

    Introduction

    El Güegüense is a play closely tied to Nicaraguan identity and culture. The play holds a great deal of cultural significance with one author ever referring to it as, “The character of the Nicaraguan people” (Kotula), implying that it has been highly influential to the culture of that region. It is not only one of the most culturally significant examples of Nicaraguan theater but also one of the oldest.
    This play is also significant in that it deals with colonial themes, the central conflict revolving around a native Mestizo man who is under the jurisdiction of colonial laws and authorities who he manages to outwit through his superior knowledge of language. The play is performed annually at feast of San Sebastián, making it still relevant to Nicaraguan culture in the present day. El Güegüense is a historically and presently significant work of theater that remains integral to both the Nicaraguan and Mestizo identities (UNESCO).

     


     





     

    2016

    Este viernes  los diriambinos celebraron con un baile en el parque central, once años de que el baile del Güegüense fue elevado a patrimonio Intangible de la Humanidad por la Unesco.

    El baile es integrado por 21 jóvenes entre ellos dos mujeres,  las cuales representan al personaje de la “Suchimalinche”, los trajes son adornados con máscaras que representan a españoles e indígenas, trenzas, pañuelos de seda, chalecos con monedas que representan el oro y la plata.

    Luvy Rapaccioli y José López Romero, son los padrinos del baile, quiénes con mucho esfuerzo han logrado rescatarlo,  sacándolo cada año en las festividades que se celebran en el mes de enero, en honor al santo patrono, San Sebastián.

     

     


    2005

    El Güegüense, Patrimonio de la Humanidad
    El Presidente de la República, ingeniero Enrique Bolaños Geyer, gestionó en la UNESCO la recepción del expediente sobre El Güegüense para su admisión primero y su nominación como Patrimonio de la Humanidad.

    Este expediente fue el resultado de dos años de trabajo fino, de labor prolija del Instituto Nicaragüense de Cultura. Fue una labor múltiple que comprendió investigaciones históricas, estudios sociológicos, valoraciones y consultas a expertos y literatos, en arte teatral principalmente, todo este esfuerzo culminó este 25 de noviembre con un triunfo rotundo: nuestro Güegüense ha sido declarado Patrimonio Intangible de la Humanidad.

    La significación de esta declaratoria para la cultura nicaragüense, para el turismo, para la economía, tangencialmente es incalculable. Con esta declaratoria son dos nuestros patrimonios elevados a esa categoría mundial: La ruinas de León Viejo como bien tangible y El Güegüense como bien intangible.

    La proclamación de El Güegüense reviste especial importancia para los nicaragüenses, es una obra viva, se representa como pieza teatral, y como folclor sólo musical y danza. El protagonista de esta obra teatral anónima nos representa y define espiritualmente. Todos los nicaragüenses somos un poco o un mucho güegüenses. No lo podemos negar porque sería como negarnos a nosotros mismos. Lo aceptemos o no, nuestro proceder común, nuestra actitud ante la vida, ese eterno querer y soñar sin llegar a ejecutar nada, güegüense embustero, güegüense mentiroso, ponderativo y fachento es nuestro ser colectivo.

    No es hacer la apología de nuestras características negativas, es sencillamente describirnos para que desde el conocimiento que extraigamos de nuestras debilidades ir en procura de enmienda. Ya lo dijo un experto güegüensista: “estamos como estamos, porque somos como somos”.

    Pero apartándonos del reconocimiento de esa identidad que a veces nos abruma, las calidades de El Güegüense o Macho Ratón como obra dramática son palpables. Así lo ha reconocido el tribunal de la UNESCO, cuyo director general, el doctor Koichiro Matsura, hizo publicar el 25 de noviembre a la 1:20 p.m., en París, la proclamación de 43 nuevas obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad, entre las que figura este patrimonio nicaragüense.

    El Güegüense, como pieza dramática, no obstante venir del siglo XVII probablemente, es materia viva en Nicaragua. No hay fiesta de San Sebastián en Diriamba sin el clásico baile. Sus máscaras son reproducidas por todos los artistas y artesanos del país.

    De El Güegüense se han ocupado grandes personalidades literarias nacionales y extranjeras, desde José Martí a Rubén Darío, de Franco Cerutti a Salomón de la Selva, Pablo Antonio Cuadra y Carlos Mántica, entre otros muchos. Cada quien estudiándolo desde su propia perspectiva, lingüística, poética, social, histórica.

    Insto a los nicaragüenses a llevar en su mano un ejemplar de El Güegüense cuando viajan al extranjero.

     


     

    REFERENCIAS:
    1. Normas Jurídicas de Nicaragua – (Asamblea Nacional de la República de Nicaragua)
    2. El Güegüense (UNESCO)
    3. El Güegüense – 23/Abril/2018 (University Theater, Colgate University – Sarah Allen)
    4. Toda la Verdad sobre el Güegüense – 22/Octubre/2010 (Ex-alumnos del IPD)

     

     

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