1988. Operación Berta (Lunes Negro)

    When:
    February 15, 2020 all-day America/Los Angeles Timezone
    2020-02-15T00:00:00-08:00
    2020-02-16T00:00:00-08:00

    15 de Febrero de 1988.

    “¡Todos a cambiar a córdobas nuevos”!
    Por cada C$,1000.00 córdobas viejos usted recibirá C$1.00 córdoba nuevo. Días de cambio: 15, 16 y 17 de febrero. ¡Todos a cambiar!”

    Así se anunció en la concreta la Operación Berta, la desmonetización sorpresa del 14 de febrero de 1988 que sumió en la ruina a muchas personas que solo tenían córdobas devaluados debido a que el uso del dólar estaba restringido y su uso en las calles penalizado por las leyes del país.

    En la imagen que acompaña este artículo, publicados en los diarios de entonces, puede leer el instructivo de cómo la gente debía llevar todos sus córdobas a las ventanillas para cambiar.

     

    5,000 Córdobas
    5,000 Córdobas

     

    La revista Envío de la UCA, de abril de 1988 (número 82) así analizó lo ocurrido:

    Un paquete económico heterodoxo y audaz
    El 14 de febrero, el Presidente Daniel Ortega anunció una reforma monetaria y un reajuste económico para frenar la hiperinflación y para reordenar una economía sumergida en el caos por los costos de la guerra.
    El paquete económico anunciado ese domingo por la tarde fue el más audaz y heterodoxo de la historia del hemisferio. La devaluación de la moneda nacional, el córdoba, fue del orden de un 3,000%, audaz comparada con las devaluaciones de un 600% a 700% de Argentina o de Brasil y de la misma Nicaragua en 1985.

    En la anterior devaluación, el gobierno nicaragüense eliminó los subsidios al consumidor, como se acostumbra en los reajustes de mercado. En el actual paquete se eliminaron los subsidios a los productores, unificando las tasas de cambio y dejando así que el peso de la devaluación caiga directamente sobre los costos de producción.

    El paquete de medidas fue también el más heterodoxo jamás realizado. Las teorías económicas dicen que o se debe realizar un reajuste económico profundo sin tener en orden los precios relativos, es decir, si que las mercancías tengan un valor real con respecto a las otras. Tampoco debe hacerse sin suficientes reservas en divisas en el banco central. En Nicaragua no fue así. No se implementó el nuevo paquete de medidas económicas aprovechando el alineamiento de los precios relativos, sino más bien para intentar ponerlos en orden. De la misma manera, el reajuste económico se hizo sin la normal infusión de divisas que el FMI entrega al país que se decide a hacerlo. Nicaragua lanzó su programa confiando no en el FMI sino en la capacidad de sacrificio del pueblo. Como ya señalábamos hace dos meses, cualquier intento de reajustar la economía nicaragüense iba a ser como “una operación quirúrgica sin anestesia”.

    A diferencia de otros ajustes económicos aplicados recientemente en distintos países latinoamericanos, en Nicaragua éste se hace en medio de una guerra y de un proceso revolucionario. Por eso mismo, el programa nicaragüense no podía se simplemente monetarista.

    Al analizar las medidas anunciadas por el Presidente, Alejandro Martínez Cuenca, Ministro de Comercio Exterior, destacó este elemento de la heterodoxia económica nicaragüense: “Las nuestras difieren de las medidas que ha propuesto el FMI en distintos países, aún en países vecinos, donde se sustentan, por un lado, manteniendo congelados los salarios de los trabajadores y, por otro, pidiendo que se reduzca totalmente el gasto público. Mentiras que aquí una guerra imposibilita reducir totalmente el gasto público y no estamos congelando los salarios”.

     

    1,000 Córdobas
    1,000 Córdobas

     

    Los máximos perdedores de la desmonetización

    • Junto con la devaluación, se anunció un alza salarial nominal promedio del 400%. Esta alza fue posible dado el carácter de la espiral inflacionaria nicaragüense. Para entender el nuevo programa y sus posibilidades de éxito es preciso captar cuáles son las causas de fondo de la inflación y la crisis económica en Nicaragua.
    • El 15 de febrero quedó escrito en la historia de Nicaragua como el “lunes negro” de la clase especuladora. En los tres días de la operación de cambio de moneda, llamada por el gobierno “Operación Héroes y Mártires de Quilalí” en recuerdo de los 18 civiles asesinados por la contrarrevolución el 4 de febrero/88, 60 mil personas distribuidas en 1.611 mesas a lo largo de todo el país, cambiaron todos los córdobas viejos por los nuevos a una tasa de 1,000 córdobas viejos = 1 córdoba nuevo.
    • La regla básica de la operación, después de quitar los tres ceros, fue no cambiar a ningún cabeza de familia más de 10 millones de córdobas viejos, dejando el excedente de esa suma en depósito e investigándose posteriormente la legalidad del dinero retenido. (El propietario de cualquier negocio legal podía cambiar otros 10 millones).
    • La importadora Lipsia Vanegas, que tuvo el récord de dinero presentado para cambiar, entregó 8 mil millones en moneda vieja. De ellos, 7,990 millones quedaron retenidos en depósitos y ella recibió sólo 10 mil en moneda nueva a cambio de los 10 millones tope que se podía cambiar.
    • La embajada de Estados Unidos entregó 208 mil 500 millones de córdobas viejos en el local que para el cambio correspondió al personal diplomático, la Dirección Consular del Ministerio del Exterior. Fueron retenidos en depósito 198 mil 500 millones y entregados a la Embajada sólo 10 mil córdobas nuevos. (Los empleados de la embajada no portaban ninguna constancia del cambio legal del dinero, por lo que es dudoso que el gobierno norteamericano pueda recuperar su dinero).

     

    1,000.000 Córdobas
    1,000.000 Córdobas

     

     

    REFERENCIAS:

    1. “Por cada C$1000.00 recibirá C$1.00 nuevo” – 13/Febrero/2020 (Trinchera de la Noticia)

     

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