18 de Mayo de 1895.
Augusto Nicolás Calderón Sandino (Niquinohomo, 18 de Mayo de 1895 – 21 de Febrero de 1934, Managua), más conocido como Augusto C. Sandino, fue un patriota y revolucionario nicaragüense.
Augusto Sandino fue un líder de la resistencia nicaragüense contra el ejército de ocupación estadounidense en Nicaragua en la primera mitad del siglo XX. Su lucha guerrillera logró que las tropas de los Estados Unidos salieran del país, no sin antes crear la Guardia Nacional y poner al frente de la misma al general Anastasio Somoza García quien, a traición, ordenó asesinar a Sandino por órdenes de la Embajada norteamericana.
Es Héroe Nacional de Nicaragua y se le llama «General de Hombres Libres».
BIOGRAFÍA
hijo ilegítimo de Gregorio Sandino (un adinerado cultivador de café), y Margarita Calderón, una indígena sirvienta de la plantación de su padre. En 1904, a la edad de 9 años, es abandonado por su madre y enviado a vivir con su abuela materna. Más tarde es enviado a vivir con la familia de su padre, donde debe trabajar como peón de la plantación para ganar su hospedaje.
En julio de 1912, a los 17 años, presenció la primera intervención de las tropas estadounidenses en Nicaragua, frente a una sublevación liberal-conservadora en contra del presidente Adolfo Díaz, quien tenía el apoyo de Estados Unidos. El general liberal Benjamín Zeledón (Originario de La Concordia (Nicaragua), en Jinotega) murió en combate el 4 de octubre al ser desalojadas sus fuerzas de la fortaleza de El Coyotepe luego de feroces combates en La Barranca, ambos sitios estratégicamente ubicados en la entrada de la ciudad de Masaya Cabe destacar que el General Zeledon fue fusilado por las tropas norteamericanas y conservadoras. El joven Sandino quedó impresionado con la imagen del patriota, cuyo cadáver era llevado en una carreta de bueyes por los Infantes de Marina para ser sepultado en el pueblo de Catarina.
La paz
Una vez habiéndose retirado los estadounidenses, Sandino envía al nuevo presidente liberal, Juan Bautista Sacasa, una propuesta de paz, que es aceptada. El 2 de febrero de 1933 termina oficialmente la guerra; el ejército de Sandino, exceptuando a un grupo de protección de 100 hombres, es oficialmente desarmado. La Guardia Nacional, quien aún no es autoridad militar reconocida como tal en la Constitución, se hace cargo de la seguridad en todo el país, lo que provoca abusos contra sus antiguos enemigos (los sandinistas) al estar estos desarmados.
Sandino efectúa algunos viajes a Managua para hacer notar el incumplimiento de los acuerdos por parte de la Guardia Nacional. En esos tiempos cuando Anastasio Somoza García “Tacho” era el Jefe Director de la Guardia.
El asesinato de Sandino
Como jefe director de la Guardia Nacional, Somoza planeó el asesinato del general Sandino, firmando un documento con 14 miembros de la Guardia Nacional. Tanto Somoza como Sandino eran masones, y la masonería prohíbe que un masón le haga daño a otro masón de manera directa. Entonces Somoza le ordenó al capitán Delgadillo que asesinara a Sandino. En la noche del 21 de febrero de 1934, después que Sandino y sus acompañantes cenaron con el presidente Juan Bautista Sacasa ―tío político de Tacho―, y bajaron de la Casa Presidencial de la Loma de Tiscapa en un automóvil (en la capital Managua) por la Avenida Central, un grupo de soldados encabezados por el capitán Lisandro Delgadillo detuvo el auto frente al cuartel y cárcel de El Hormiguero (llamado así porque frente a su costado este, había un matadero donde ahora está el Campo de Marte).
Los guardias metieron en dicha prisión a don Gregorio Sandino (padre de Sandino) y a don Sofonías Salvatierra, mientras a Sandino y sus generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor fueron conducidos a un predio baldío llamado La Calavera en las afueras de la ciudad, donde hoy en día está el barrio Larreynaga, pues Managua ha crecido, y delante de una fosa común previamente excavada a la señal de Delgadillo el batallón que custodiaba a los prisioneros abrió fuego y los asesinaron con fusiles Springfield 1903 estadounidenses, calibre 7.62 × 63 mm y subfusiles Thompson estadounidenses de 11.43 mm. Esto ocurría a las 11 de la noche, según testimonio de Salvatierra al oír los disparos de un pelotón de fusilamiento, Gregorio Sandino dijo: “Ya los están matando” Siempre será verdad que el que se mete a redentor, muere crucificado.
REFERENCIAS:
- Augusto César Sandino – Wikipedia
- La traición que acabó con la vida de Sandino, el guerrillero nicaragüense que puso en jaque al ejército de Estados Unidos – 20/Febrero/2024 (La Prensa)
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