1 de Marzo de 1884.
En esta fecha se recuerda a Rigoberto Cabezas el creador del primer diario del país. Apareció precisamente el primero de Marzo del año 1884 “El Diario de Nicaragua” que era publicado en la Ciudad de Granada. Sus directores eran el General Rigoberto Cabezas y Anselmo H. Rivas.
Iniciar un estudio sobre la prensa escrita del siglo XX debe de partir de 1884, fecha emblemática ya que es el año en que aparece lo que será el primer proyecto periodístico sólido. La aparición de “El Diario Nicaragüense” de Granada, implicó un salto cualitativo en la forma de hacer periodismo, ya que el hecho de tener una frecuencia diaria implicaba un mínimo de organización y de personal permanente en las labores administrativas y periodísticas.
El “Diario Nicaragüense”, es una empresa periodística que nace al amparo del capital comercial granadino, ejemplo de los cambios que ha traído, además de la inserción de Nicaragua al mercado internacional, la influencia de las doctrinas positivista y liberal en la clase política criolla. Un signo de ello lo demuestra -como bien lo refiere el doctor Emilio Álvarez Lejarza- la contratación de profesores liberales españoles durante el gobierno de Pedro Joaquín Chamorro y la expulsión de los jesuitas, porque “desean aparecer como partido de ideas nuevas y se apartan de las bellas tradiciones y se encaminan hacia el liberalismo a pasos agigantados” (Alvarez, 1964: 23-25).
Nicaragua dio el primer salto cualitativo a medio siglo de la introducción de la imprenta a Nicaragua. Cabezas fue el que reincorporó a La Mosquitia, en la Costa Atlántica, al territorio de Nicaragua para sacarla del dominio del colonialismo inglés.
El Diario de Nicaragua, fundado por Rigoberto Cabezas, se caracterizaba por ser “del pueblo y para el pueblo” comprometiéndose a defenderlo “contra cualquier ataque desautorizado y enfrentándose al poder, si desgraciadamente traspasa el límite de sus atribuciones”, decía entre sus objetivos periodísticos.
El Primer diario del país, según la historia del periodismo, fue clausurado por los liberales que llegaron al poder con la revolución del 11 de julio de 1893 del General José Santos Zelaya.
Rigoberto Cabezas decía al integrar a la Costa Atlántica al territorio de Nicaragua lo siguiente: “Me habéis visto respetar –dice a los blufileños- vuestras costumbres, vuestras personas y vuestras propiedades. Por mi mano, ni de mi orden se derramó jamás una sola gota de sangre. Tengo conciencia de no haber provocado ninguna lágrima, y procuré por todos los medios a mi alcance, haceros suave un cambio político que afectara en lo más íntimo las tradiciones que eran hasta ayer, religión de vuestra existencia”.
El creador del diarismo en Nicaragua fue de la idea de impulsar la enseñanza nocturna que es ahora una tradición educativa desde hace algunas 4 décadas.
En su primer editorial, Rigoberto Cabezas escribió:
“El Diario no será órgano de las aspiraciones mezquinas de ningún círculo: Será el centinela avanzado de los intereses del país, los que defenderá contra toda tendencia a defraudarlos cualquiera que sea la fuente de donde proceda.”
Cabezas expone, entre otros aspectos, que el órgano surge dispuesto a servir “a toda idea honrada, por su medio podrán discutirse todos los grandes intereses sociales: de este modo, en todo asunto, será fácil depurar la verdad de los errores que la envuelvan y presentar al criterio público ideas claras sobre los asuntos que se discuten: de este modo logrará formarse verdadera opinión sobre todos los negocios que conciernan a la generalidad…”.
Lección trascendente de un periodista en la antípoda de los “profetas de la calamidad” que maltratan a la República denigrándola ante el mundo, intentando generar desconfianza en el futuro de la nación al reciclar el único chicle que masticaron los marines vencidos por Sandino en las montañas: “maldito país”.
Él escribió: “Como consecuencia precisa, el ´Diario´ será implacablemente enérgico contra toda idea o tendencia disociadora, y estará listo para designar a la condenación pública todo acto, toda doctrina que lleve en mira la desmoralización del país, empañar su buen nombre o contrariar sus vitales intereses”.
REFERENCIAS:
- Medios de comunicación en Nicaragua (Wikipedia)
- Rigoberto Cabezas (Wikipedia)
- Miguel Ayerdis – Prolegómenos para una historia de la prensa escrita en Nicaragua (1884-1926) (Istmo)
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