« CHOCHERAS DEL ABUELO »
LA VULNERABILIDAD HUMANA
Creo que una de las felicidades más grande que puede tener un ser humano,
es saber que tiene a otros seres que le aman y que están al alcance de su mano, de su voz, de su mirada, de un agitar de brazos o de unas palmadas de mano.
Saberse acompañado, asistido, acuerpado, protegido y atendido en los momentos más dolorosos de nuestra existencia, es crucial, y nos llena de grata felicidad.
Nunca nadie hace tanta falta como cuando estas necesitado de que te pasen un vaso de agua o que te acompañen a hacer tus necesidades básicas.
Es bonito y reconfortante que tus quejidos, tus lamentos, tus quejas, son tolerados y para nada ofensivos. Y que en cambio, cualquier progreso en nuestra salud, aunque fuera para pelear o discutir es bien visto por nuestros seres queridos.
Las muestras de cariño, las llamadas, los mensajes de texto, e-mail y las video conferencias son esenciales para levantar el ánimo a cualquiera, pues nos hacen creer en que todavía somos apreciados y queridos, y que nuestra ausencia sin duda hará falta a algunos de estos amigos queridos.
Yo quiero estar presente en la transición de la vida a la muerte de mis seres queridos, y vos?