EL MIEDO
Y Ahora, ¿Otra vez con miedo?
No permitas que el miedo te destruya, nos hemos puesto a pensar lo que el miedo significa para nosotros, si lo hemos hecho seguramente habremos comprendido que uno de los grandes causantes de nuestros males es principalmente el miedo, el miedo a la pobreza, nos convierte en codiciosos, avaros y hasta ladrones, el miedo a perder al ser querido nos vuelve celosos y por ello capaces de matar, por el miedo a las vicisitudes de la vida huimos despavoridos por caminos degradantes o renunciamos torpemente a nuestra existencia; el miedo a que otros nos destruyan nos hacen destruir física y mentalmente, el miedo condiciona nuestros actos de instante, en instante.
El miedo es un defecto aniquilante, destierra entonces amado nieto esa terrible enfermedad aniquilante, destierra entonces estimado amigo esa terrible enfermedad llamada miedo, aterrador flagelo de la humanidad.
La serenidad es particularidad del equilibrio, el equilibrio pertenece a los hombres de verdad, reemplaza el miedo por la serenidad, el valor dejará solo, aleja de ti el miedo a la vida y a la muerte, al todo y a la nada, entonces veras ante ti un mundo diferente, por más cara o apacible que sea tu existencia, podrás disfrutar de ella concibiendo su grandeza, cuando en tus ojos ya no está el cristal del miedo, dejarás de ver bellos atardeceres como si fuera un ocaso sangriento y el dulce amanecer como el amargo despertar, verás la belleza que te rodea en todo su esplendor; recuerda además que vivir temblando, de espanto no es vivir, ten presente que tienes derecho a la vida.
Renuncia al miedo y vive como viven las aves surcando los aires de la libertad, sin temor a las altas cumbres ni a los abismos profundos, vive así y descubrirás que la vida es incomparablemente maravillosa.
Haz el propósito de vivir 24 horas sin el temor de perder, y luego haz el intento de vivir otras 24 horas de igual manera… Ya verás como prospera tu vida, ya verás.