Los salvadoreños residentes en Estados Unidos amparados por el programa Estatus de Protección Temporal tienen hasta el 9 de septiembre de 2019 para abandonar ese país o regularizar de otra manera su situación migratoria, los nicas tienen hasta el 5 de enero del próximo año y para los hondureños el beneficio expira en seis meses.

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El TPS para Nicaragua concluirá el 5 de enero de 2019, con un retraso de un año respecto a la fecha inicialmente prevista para “permitir una transición ordenada” de sus beneficiarios y que puedan solicitar “un estatus alternativo” o para que “preparen su regreso y reintegración” al país de origen.

Este programa fue cancelado para Nicaragua el 7 de noviembre del año pasado. Los nicaragüenses fueron beneficiados tras sufrir el impacto del huracán Mitch en 1999. En el caso de Honduras el TPS expira el 5 de julio de este año.

Luis Morán, un nicaragüense originario de Diriamba y residente en Boston, se siente desanimado desde que en noviembre pasado Estados Unidos anunció el fin del TPS para Nicaragua. Aunque tiene su permiso de trabajo, el cual se vencerá el 5 de enero de 2019, no ha podido reunir el dinero para pagar esta renovación.

“Me siento completamente desanimado. No sé si vale la pena renovarlo, al final me van a deportar, no tiene sentido”, explica el nica de 29 años.

El TPS fue creado por el Congreso estadounidense en los años noventa para amparar a migrantes que por desastres naturales o conflictos armados no podían regresar de manera segura a sus países.

Cortesía: El Nuevo Diario

 

 

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