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Hace falta un muchacho
Hace falta un muchacho, era el título de un libro que nos recomendó leer mi maestro de castellano el Padre Alonso Iraheta del autor Arturo Cuyas Armengol, en la época de mi adolescencia en aquel recordado pueblo donde crecí.
Masaya de Nicaragua sin duda estaba lleno de jóvenes entusiastas, aguerridos y emprendedores muy necesitados de una orientación sana y saludable que nos permitiera enfrentar al mundo con dignidad, honestidad y gallardía.
Hoy, a ciencia cierta no recuerdo nada del libro, solo sé que me impactó mucho y que no más recordar el título vuelvo a sentir esa necesidad de hacer el bien, dedicarme con honestidad a mis obligaciones con la sociedad, con la familia y por supuesto conmigo mismo.
En esta ocasión he querido hacer mención de él, porque siento que el mundo necesita de un muchacho que luego se convierta en padre que pueda guiar a la vez a sus hijos y de un abuelo que transmita a sus nietos los valores morales, éticos y cívicos que todo ciudadano de bien debe conservar.
La buena lectura debería ser mandatorio en los hogares, y a los jóvenes estimularlos a investigar dentro de sí con buenos libros. En mi caso, leer ha sido parte de mi pasión diaria, pero también soy muy selectivo con lo que leo, porque en verdad no tengo tiempo para desperdiciarlo en cosas sin importancia.
Incluso las películas y programas de televisión las selecciono con mucho cuidado, y como gracias a la tecnología me puedo dar el lujo de detener o saltar las escenas o programas, solo veo lo que en verdad nutre mi intelecto, conocimiento y le hace bien a mi espíritu.
Hacen falta muchachos que se entreguen por completo a superarse asimismo, que vean los obstáculos como fuente de conocimiento para aprender a superarse en la vida, a convertirse en hombres honestos de éxito y con esta motivación encausar a la familia y a la sociedad donde se desenvuelven a que hagan lo mismo.
Hacen falta muchachos que aprendan a elegir lo que quieran ser en la vida, a fijarse metas y a visualizar su destino con propiedad y firmeza. Pero sobre todo muy conscientes de que no importa cuál sea su situación de dificultad actual, ESTO PASA TAMBIEN, y que nada está totalmente perdido mientras exista entusiasmo por la vida.
Pero igualmente hacen falta adultos con carácter y que actúen con sabiduría para poder dirigir, aconsejar y amar a sus familias. En este sentido con agrado voy descubriendo amistades que estamos llegando a comprender por fin que lo importante en la vida es ser feliz, y que nada ni nadie debería interferir en este nuestro principal propósito: SER FELIZ!
Hacen falta entonces seres humanos que estemos dispuestos a vivir, trabajar y esforzarnos con la única misión de ser feliz y hacer felices a quienes amamos y nos rodean.
Comencemos hoy amándonos, cuidándonos y respetándonos, luego hagamos lo mismo con nuestros más próximos y después con toda la humanidad.
Dios Bendiga a Nicaragua, a los Nicaragüenses En El Exterior y a todos los pueblos del mundo.
Tito Lagos-Bassett
Director@NicasEnElExteriorNews.com
“Algunas veces no es fácil hacer lo correcto, por eso es importante fortalecer la conciencia”.