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Honrando a la Madre

 

Tito Lagos-Bassett
Tito Lagos-Bassett

Escribir sobre el ser que me dio la vida, es un placer, no tengo que hacer ningún esfuerzo.

No cabe duda que la mujer es la máxima creación del Todopoderoso, pero cuando se convierte en madre pasa a un plano celestial, sobrenatural, angelical, casi Dios.

Y no solo me refiero al milagro de la gestación y parto, no solo me refiero a todos esos momentos de formación dentro de su vientre, no solo me refiero a comenzar a pensar en binomio, sino también a sentir, analizar, diagnosticar, predecir… amar por dos y para dos.

Entiendo que este “entendimiento” (valga la redundancia) se aprende y comprende cuando uno ha estado sujeto a la vivencia de la experiencia de ese ser llamado madre.

Nadie que no ha sido madre puede entender el porqué de ese sacrificio característico de una madre, son acciones y reacciones que realizan y que salen de cualquier lógica y patrones de conductas.

Se que todos en algún momento hemos escuchado o leído de actos inverosímiles adjudicados a las madres, pero nada se compara con la de dar la vida.

Y es que las madres no solo pierden su figura, cambian de temperamento, adquieren nuevas dolencias y traumas pos partos, sino que además, sufren una metamorfosis en el corazón y en el alma.

Toda una evolución necesaria, porque con este sufrimiento viene en el paquete la doctora, psicóloga, terapeuta, administradora, consejera, cantante, cuenta cuentos, dibujante, maestra, cocinera, costurera, sobadora y analista.

íAy, las madres!, que afortunado el que tenga una.

Las madres son de verdad las únicas merecedoras de la frase: AMOR INCONDICIONAL. Que significa amarte sin condiciones, es decir, te amo completo, amo todo lo tuyo. Te amo aun sin importar ser correspondida. Te amo y te amaré, aunque me causes dolor. Te amo y te amaré, aunque te hayas olvidado de mí.

Yo me pregunto entonces:
¿Qué es lo que te está impidiendo para no ser más complaciente por la que te dio la vida?
¿Qué, además de la vida, debió darte para que seas más agradecido?
¿Qué es lo que esperas que ocurra en tu vida para poder expresar tu amor a tu madre?
¿O esperarás hasta que le lleves flores al cementerio?

A las madres hay que amarlas, hay que amarlas por lo que son, sin buscarle mayor explicación.
Si usted tiene una, disfrútela en toda su dimensión, y ruéguele a Dios para que la eternice, pues seguro que un amor así de incondicional, jamás podrás volver a encontrar.

Y si por el contrario, es de los que tiene a su madre velando e intercediendo por usted desde el Cielo, créame que ese amor es tan trascendente que seguramente desde allá sigue haciendo hasta lo inimaginable para que le vaya bien, por lo tanto, también eres un ser afortunado.

Dios Bendiga a Nicaragua, a los Nicaragüenses En El Exterior y a todos los pueblos del mundo.

Tito Lagos-Bassett
Director@NicasEnElExteriorNews.com

“Algunas veces no es fácil hacer lo correcto, por eso es importante fortalecer la conciencia”.

 

 

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