« EDITORIAL »
El Poder que generas con tu cambio
Ya lo dijo Einstein: «No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo».
Pero en verdad que este concepto de la vida se repite constantemente.
No es que hoy decidimos hacer cambio y ya quedó solucionado el asunto.
El proceso del cambio debe ser un hábito constante de todos los días y de todas aquellas circunstancias que pretendamos cambiar.
Cambiar, cambiar, cambiar.
Los cambios pueden ser para que lo que estemos haciendo mal, ahora lo hagamos mejor.
Que lo que estamos haciendo regular, ahora lo hagamos superior.
Y que lo que estemos haciendo bien, ahora lo hagamos excelente.
Es decir, hacer cada día una mejor versión de uno mismo.
Los cambios anhelados suelen ser por distintas razones:
Una mejor posición económica, mejor salud, bajar de peso, terminar una relación tóxica o comprometerse a arreglar una relación, terminar un proyecto engavetado, resolver asuntos pendientes en la escala de lo urgente e importante, desarrollar nuestro conocimiento en determinada materia, arriesgarse a emprender a rescatar ese negocio frustrado. Bueno, esto es de nunca acabar.
Pero la más poderosa de las razones es sentir la necesidad de ser una mejor versión de uno mismo, eso no tiene límites y es poderoso, muy poderoso.
Ahora bien, ya entendido el concepto, es el momento de aprender cómo es que podemos ciertamente obtener la determinación y disciplina para tener la fuerza de voluntad y lograr avanzar en este propósito.
“¡Ahí está el detalle!” como dijo Cantinflas. Aunque usted no lo crea la solución no requiere inversión económica, asistir a seminarios o a la universidad. Ni tampoco se obtiene de terceras personas, todo radica en uno mismo.
Solo cuando el deseo del cambio viene acompañado de una dosis considerada de pasión, es entonces que toda determinación se verá cumplida a cabalidad y exitosamente.
Pasión, pasión por alcanzar ese cambio, pasión por lograr esa meta, pasión y entusiasmo por conquistar lo ambicionado.
La mejor comparación y ejemplo es que recordemos que hicimos para conquistar a nuestra pareja. Cuanto tiempo le dedicamos, que tuvimos que aprender, que tuvimos que mejorar, cuanto tuvimos que invertir, que tuvimos que sacrificar, a cuantas amistades o familiares de la pretendida tuvimos que ganarnos su confianza y aprecio.
Volviendo con la analogía de estar enamorado, hay que recordar que nos volvimos poetas, actores y cantantes, y que el tiempo se hacía interminable mientras no estábamos con ella, o absolutamente aburrido y absurdo, todo nuestro deseo era dedicar y utilizar nuestros sentidos y herramientas a nuestro alcance, sin importar nada o asumir cualquier consecuencia de determinadas locuras, y todo, todo por alcanzar la meta deseada, la conquista de nuestra amada.
Pues bien, eso mismo es lo que debemos hacer para lograr los cambios que nos hemos propuesto, y además, imaginar como nos sentiríamos una vez alcanzada la figura, el prestigio, los elogios, la mejor situación económica, darse los gustos que nunca antes ni siquiera se los había imaginados.
Eso significa haber generado poder en tu vida gracias a tu cambio.
Dios Bendiga a Nicaragua, a los Nicaragüenses En El Exterior y a todos los pueblos del mundo.
Tito Lagos-Bassett
Director@NicasEnElExteriorNews.com
“Algunas veces no es fácil hacer lo correcto, por eso es importante fortalecer la conciencia”.