« EDITORIAL »
Rescatando Valores
Durante años, todos hemos sabido lo importante que son la inculcación de valores en la familia y lo crucial que es para nuestros hijos que los obtengan desde muy temprana edad.
Las Sagradas Escrituras lo mencionan constantemente, y los nuevos textos de psicología y superación la reafirman.
En la vida todos tenemos necesidades de tener bases solidas para afrontar las adversidades y salir avante en nuestras profesiones, familia y en la vida misma.
Yo reconozco que haber tenido una base moral como guía de la familia es crucial para el buen desenvolvimiento en la vida laboral, amorosa y de armonía con el mundo.
A ciertos individuos se les hace más fácil asimilar los vaivenes de la vida que a otros, de eso estamos bien claros.
Pero todos, todos tenemos la responsabilidad de hacer de nuestros hijos una vida más placentera y más centrada, no importa que tan grande y que tan “exitosos” los veamos, ellos necesitan de nuestro cariño y comprensión y de seguir inculcando incansablemente nuestros valores.
Valores que los sostendrán en esos días inciertos y de depresión por lo cual cada día nuestro mundo entra en mayor crisis de identidad, guerra, terrorismo o muertes sin sentido.
Esta vez abogo a los padres y madres a que nos concienticemos más para rescatar los valores que pueden significar el bienestar o la desdicha de los nuestros, los más queridos y por los que tenemos que tener puestas toda nuestra atención.
Después de todo, el mundo está cambiando de forma vertiginosa y cambiará más. Y será entonces cuando sólo los valores inculcados en nuestros subconscientes nos podrán liberar del cataclismo emocional de cada una de nuestras vidas.
En este maravilloso mes dedicado a las madres, yo las insto a rescatar esos valores que ejemplifican la paz mental y emocional de cada individuo.
No nos cansemos de corregir, dirigir y enseñar. Yo recuerdo mis años mozos cuando mi padre (que en Gloria esté) me corregía y me tiraba toda la retahíla de cosas que debía hacer por mi bien. Recuerdo que en ocasiones le dejaba hablando y me marchaba, pero aún en la última frase que expresaba era enseñanza que quedó grabada en mi mente.
Hoy muchos años más tarde por increíble que parezca, las recuerdo, aún y cuando seguramente él creía que yo no las escuchaba.
Esa experiencia, me da motivo para pensar que lo mismo debe sucederles a todos. Por lo tanto no nos cansemos de corregir y orientar con amor.
Rescatar los valores de la lealtad, compañerismo, unidad, honestidad, humildad, paz, tener buenos pensamientos, obras bondadosas, cuidar de aquellas personas que estamos cerca, nuestro hogar, hijos, padres, abuelos, hermanos, familiares y amigos.
Todo lo anterior es una mezcla de valores universales de los seres humanos, unidos con los valores familiares.
Pero el mayor principio de estos valores es lo que nos enseñó el Maestro, el Carpintero de Galilea: Tratar a los otros como te gustaría que te trataran a ti. Todo lo demás es vanidad de vanidades.
Dios Bendiga a Nicaragua, a los Nicaragüenses En El Exterior y a todos los pueblos del mundo.
Tito Lagos-Bassett
Director@NicasEnElExteriorNews.com
“Algunas veces no es fácil hacer lo correcto, por eso es importante fortalecer la conciencia”.